Hoy os invitamos a descubrir los contrastes de la isla de Madagascar, destino para aquellos viajeros que quieren disfrutar un África diferente.

Situada frente a las costas de Mozambique, es la cuarta isla más grande del mundo. Destaca por poseer multitud de especies únicas en el mundo en su territorio, siendo hasta un 80% de ellas endémicas de la isla,  debido a que en tiempos remotos este pedacito de tierra se encontraba unido al continente africano. Es por ello que Madagascar se encuentra en la lista de países megadiversos, grupo de países que albergan el mayor índice de biodiversidad de la Tierra.

En su geografía destaca una cadena central de montañas que ocupa más de la mitad de la isla y es responsable de importantes diferencias étnicas, climatológicas y paisajísticas entre la costa oriental y la occidental.

Además de una increíble biodiversidad y espectaculares paisajes, Madagascar ofrece al visitante la belleza de sus poblaciones, en consonancia con los parajes naturales en los que se encuentran sumergidas. En ellas se puede observar la mezcla de culturas que ha concebido la actual sociedad malgache.

Sus variaciones en función de la altitud y de su relación con el mar generan diferentes microclimas, que van desde el cálido y seco en la costa oeste, al árido en el sur hasta el húmedo del norte, haciendo que estos climas medios sean propicios para visitarla en cualquier época del año, con menor recomendación de Diciembre a Marzo cuando las lluvias son elevadas y dificultan la movilidad.

Os descubrimos los destinos más interesantes de cada región…

Región montañosa Central

En la Región montañosa Central, se encuentra la capital, Antananarivo, situada entre doce colinas, sus calles empinadas, las interminables escaleras y las casas tradicionales dejan boquiabierto a cualquier viajero. Las terrazas, paseos, parques, árboles, jardineras… fueron establecidos durante la época colonial por toda la ciudad, y hoy componen uno de sus principales atractivos. Además, Antananarivo es conocida por su excitante vida nocturna, la zona de la “Haute Ville” es el centro de muchos pubs, discotecas y zonas de ocio. Antsirabé, situada al sur de la capital, es otra ciudad interior perfecta para realizar turismo termal, incluso llegó a ser conocida como “la Vichy malgache”. En la costa este el tren de Fianarantsoa a Manakara, uno de los imprescindibles en vuestra visita a Madagascar, el único tren histórico que aún funciona en el país y que desciende desde el la región central hasta el mar, encantador trayecto entre verdes paisajes y poblaciones locales. Para aquellos que disfrutan de las auténticas vivencias, en la costa oeste recomendamos realizar el descenso pausado del río Tsiribihina en embarcación tradicional dónde tendréis un encuentro directo con sus gentes y viviréis la naturaleza en primera persona, con paradas nocturnas de acampada junto a la orilla.

Región Norte

En la Región Norte, se encuentra la reserva más importante del país, la Isla de Nossi Bé, en su costa oeste. Aquí podemos ser testigos de cómo crecen algunas plantas de perfume exóticas como la vainilla, el césped del limón, el ylang-ylang y el pachulí. Además es un destino ideal para amantes del buceo, ya que se pueden realizar inmersiones de interés en diferentes puntos alrededor de la isla. Antseranana(anteriormente Diégo Suarez) en el extremo norte de la isla, es el punto base idóneo para visitar el parque nacional de la Motaña d´Arbre, la Bahía de Sakalava, que constituye uno de los mejores lugares del mundo para practicar deportes como el windsurf o el katesurf y la Reserva Natural de l’Ankarana, entre otros. Por último en la costa este encontramos la Isla de Nossi Boraha, lugar inigualable para bucear, disfrutar de sus playas paradisíacas y de las ballenas que vienen a pasar el invierno ártico en sus cálidas aguas.

Región Sur

Famosa por sus muchas especies de cactus y baobab. Los lugares para visitar en las montañas circundantes incluyen Ambalavao, famosa por sus mercados y la fabricación artesanal del papel de antimoro, el Parque Nacional de Isalo, situado en una cadena de montañas de piedra arenisca, Ranomafana, manantial de agua mineral termal y destino perfecto entrar en contacto con los lémures en un entorno virgen y Tuléar, ciudad pesquera tradicional ubicada junto al mar, tiene en sus proximidades playas para bañarse excelentes y ofrece la posibilidad de realizar el sky acuático, pesca, navegación y otros deportes náuticos.

Un legado natural totalmente incomparable, además de una cultura y tradición casi vírgenes hacen de esta isla un núcleo de experiencias y secretos aún por conocer.