Dos de las mayores riquezas de este pequeño país de Sudamérica son la Amazonía por la parte este peninsular y las islas Galápagos por el oeste insular.

Amazonía.

La Amazonía ocupa casi la mitad del territorio de Ecuador por la zona oriental. Una extensa región natural repleta de una salvaje vida desbordada, compuesta por 46 ecosistemas diferentes. Ríos, páramos, bosques tropicales, arroyos… y por donde discurre la mayor parte del agua dulce del planeta. La gran cantidad y variedad de fauna que habita en este terreno ecuatoriano lo convierte en un auténtico santuario.

Entre las reservas y parques nacionales más importantes destacan el Parque Nacional Yasuní. Está compuesto por una excelente biodiversidad, poblada de una rica variedad de especies de árboles y aves, así como de diversas poblaciones indígenas. Cientos de especies de anfibios, reptiles, aves o mamíferos, entre ellos el puma o jaguar. Nutrias gigantes, águilas harpías o guacamayos.

La Reserva de Producción Faunística de Cuyabeno es igualmente rica en biodiversidad, pero con la particularidad de que sus bosques están bañados en agua. Entre la fauna que habita en esta salvaje y virgen selva del Amazonas están los tapires, ocelotes, pumas, anacondas, iguanas, monos… por tierra o las tortugas, delfines rosados, manatíes o caimanes entre sus aguas. Sin olvidarnos del exotismo de las aves que sobrevuelan sus verdes bosques.

El Parque Nacional Podocarpus alberga un gran surtido de flora endémica, por lo que se considera como el Jardín botánico de América. Además, sirve de refugio para distintas especies de fauna en peligro de extinción y posee diferentes ecosistemas gracias a las diferencias de altitud dentro del mismo parque. Pequeños colibríes, loros, tucanes, el tapir andino o el oso de anteojos, entre otros.

La Amazonía no está completa sin tener en cuenta las diferentes comunidades indígenas que viven junto a los ríos, entre las selvas de este gran corazón mundial como los: Waorani; los Kichwas o los Siona. O completamente aislados de la sociedad, en las profundidades naturales del bosque, como los Tagaeri o los Taromenane.

Galápagos.

Están ubicadas en el Pacífico y a cerca de 1000km de distancia de la costa de Ecuador. Las 13 islas volcánicas que componen las Galápagos son un reclamo para el turismo, pero con la completa sensatez de no permitir que destruya un entorno tan privilegiado como son estas privilegiadas islas. La neblina que las frecuenta, las enmarca con el apelativo cariñoso de Las Islas Encantadas, por ese aire místico que las envuelve.

La biodiversidad recogida en un espacio tan pequeño, es de las más ricas del mundo por metro cuadrado y casi en el cien por cien están declaradas Parque Nacional.

Entre la fauna más característica están las tortugas gigantes que dan nombre a las Galápagos. Los leones marinos que transitan por las playas y aguas de las diferentes islas. Tanto con las tortugas como con los leones, puedes disfrutar viéndolos, no tocándolos, en un ambiente más húmedo, ya que puedes practicar snorkel y observarlos comer y jugar en el mar. Las iguanas son otra de la fauna más destacada en las Galápagos. Además, en cada una de las islas que componen este archipiélago podrás encontrarlas con rasgos distintos característicos de cada isla.

Tiburones, pingüinos de Galápagos, delfines, el pinzón de Darwin o el piquero de patas azules son otras especies de la riqueza que habita en el territorio de estos islotes.

Su paisaje, árido, no tiene nada que ver con la idea de isla exótica del Pacífico que tenemos en mente. Su base volcánica, todavía activa, provoca que tanto dentro como fuera del agua, las erupciones de lava provoquen cambios en las dimensiones y el paisaje de estas islas. Rocas y conos volcánicos es lo que te espera en el paisaje de las islas Galápagos.

Desbordante naturaleza, herencia cultural, una flora y fauna de las más ricas del mundo, todo un indómito paisaje te espera en las tierras y aguas de Ecuador.